Gossip Girl ha llegado a su fin de una forma totalmente
previsible e incapaz de remontar lo reguleras que han venido siendo sus últimas
temporadas. Nos despedimos de Serena y Blair, la primera convertida en it girl
y la segunda a puntito de ir a solicitar la jubilación. Y es que a la caída en
picado de la serie, le ha acompañado la caída del vestuario y estética de Queen B, al
principio uno de los mejorcitos, y al final un tanto parecido al de la reina de
Inglaterra.
A partir de la tercera temporada, no sé muy bien por qué,
los encargados del vestuario, peluquería y maquillaje de esta serie decidieron echar a Blair 30 años
encima, poniéndole conjuntos sin forma ni cuerpo, quitando volumen a su pelo y dejando claro que el pivón en el Upper East Side era Serena, y que Mrs. Waldorf sólo pasaba por allí. ¿Dónde quedaron los
grandes modelitos de Marc Jacobs u Oscar de la Renta? ¿Los vestidos de Marchesa
y de Alexander McQueen?
El estilo de Blair era uno de mis favoritos al principio de
Gossip Girl, pero al final me dan ganas de darle la tarjeta oro del club de los
60, que deje la limusina y que aproveche los descuentos para el transporte
público. Leighton Meester no tendrá el tipazo de Blake Lively pero creo que se
merece mucho más. En fin, quedémonos con lo mejor de esta serie, las dos
primeras temporadas, y ese vestidor fabuloso que entonces tenían Serena y
Blair. B.