En los últimos tiempos, me he dado cuenta de cuantas son las veces en que anglicismos y galicismos ayudan a que nuestra vida sea mucho más glamourosa. Por eso, cuando Mrs. Leipzig me enseñó el bolso tan precioso que había encontrado en el fondo del armario de su abuela, llegamos a la conclusión de que era todo un descubrimiento vintage.
Mi madre en muchas ocasiones me ha dicho: “hija, la moda es cuestión de darle vueltas al baúl” y a mi cada día me convence más ese concepto. Por lo que no os quepa duda de que los bolsos de rafia son un ejemplo más del centrifugado de las tendencias.
Desde el año pasado, los bolsos de este género han vuelto a tomar las calles en los meses de verano. Su principal ventaja es que son muy fáciles de combinar, pero fundamentalmente lo mejor de la rafia es su fortaleza y versatilidad, y quizá ese sea el secreto de que el bolso vintage de V permanezca intacto después de los años. Teniendo en cuenta todo esto finalizo con un consejo: rebuscad persistentemente en los armarios de vuestras madres, tías y abuelas que nunca se sabe lo que hay escondido debajo de las mantas y las batas de guatiné, a lo mejor encontráis un nuevo complemento de la temporada. B.
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