Cómo estropear una serie: Gossip Girl.

Absténganse los que no hayan llegado a la 4ª temporada porque hay spoilers.

Antes de nada comienzo declarando mi inicial amor incondicional a esta serie. 

La descubrí en 2008 y me pareció un soplo de aire fresco. 

Vale, iba de adolescentes en el instituto pero GG era completamente distinta, tenía ciertos componentes que peculiarizaban la trama y le daban un toque más original. 

Entre ellos se encontraba el fabuloso vestuario (no tengo palabras) y los ambientes caracterizados por el lujo y la pomposidad. Gossip Girl me abdujo.

Las dos primeras temporadas me encantaron, pero a partir de la tercera la historia se empezó a retorcer. Y ahora, ¿qué nos queda? Todos se han liado con todos, Jenny y Vanessa se han ido (después de su penosa utilización como comodines) y a mi particularmente me ocurre otra vez lo mismo: detesto a su personaje principal, Serena.

En los inicios era adorable pero estoy cansadísima de que TODOS se enamoren perdidamente de ella, ¿cuántos hombres han pasado por sus brazos en estos 4 años? ¿Y dónde están ahora? Si no estuviera tan delgada diría que se los zampa, porque no hay ni rastro, huyen despavoridos…

Serena con: Ben, Aaron, Carter, Gabriel, Trip y Collin. Y seguro que me dejo alguno mas.

En esta cuarta temporada parecía que todo iba a cambiar entre Blair y Dan "Oh Dios mio algo nuevo !!" Pero…  ZAS !! Otra vez en bucle. En ocasiones me siento como en “El día de la marmota” mismas historias, mismos personajes. El amor imposible de Blair y Chuck y Serena decidiendo entre Dan y Nate y finalmente yéndose con el del medio (el que toque).

No hablemos ya del poco esfuerzo que emplean en que la historia parezca creíble porque ¿de dónde sale Georgina cada final de temporada? Y, ¿luego a dónde se va? Y ya lo de liar a Blair con un supuesto Grimaldi ha rozado el desvarío (yo no la he visto en la boda de Alberto de Mónaco ¿y vosotros? ).

En fin, señores guionistas, desde aquí reclamo una muerte digna para las series,  hay que saber cuándo deben terminar, no dejen que acaben agonizando. B.