15 enero, 2012

La princesa y el guisante.

Tim Walker para Vogue
Algunas somos así de delicaditas para dormir. Las veces que he dormido en lugares sin persianas siempre he madrugado, involuntariamente, claro, y en los viajes o si comparto habitación con alguien que quiere leer o ver la tele me cuesta muchísimo dormir. Además es una luz que no te despierta de golpe, sino que te tiene un rato en duermevela, tu acordándote de su madre, tapándote la cara con el edredón y dando vueltas a ver si en una de estas deja de darte la luz en la cara. Interminable. Irritante.

Yo antes era un poco más exquisita incluso y para dormir tenía que tapar las luces de la minicadena y las rendijas de la persiana no podían dejar pasar el más minúsculo rayo de luz. Con el paso del tiempo me he vuelto menos maniática y me he acostumbrado a las luces naturales de mi habitación e incluso me gusta que entre luz por las rendijas de las persianas, pero cuando duermo fuera aun hay momentos en los que me acuerdo del antifaz.


Y es que aunque no seas de esa gente que no puede dormir solo con que la luz del router esté parpadeando, hay ciertos momentos en los que ese hace necesario tener un antifaz para dormir (véase: hoteles sin persianas). Gran invento.

Estos los diseñó Dita Von Teese para Moschino, muy en su estilo pin-up. En seda rosa satinada, encaje y pedrería. Costaban unos 90 euros en la web de Moschino.
Más asequible el de Naomi Lingerie, de seda negra satinada, por 15,39 euros.
Daydream, tiene muchísimos modelos, muy elegantes, también para hombre, los hay con print animal, cristales de Swarovski, bordados, encaje... por 12,90 euros y alguno tiene hasta aloe vera 16,95 euros.

Estos con clara inspiración Audrey en Desayuno con Diamantes, son de Lovelyart y cuestan 15 euros.
Los de Red Velvet Art deben ser de hace tiempo porque ya nos los encuentro en su web, pero me encantan.


Este es de hace ya casi un año de Sfera, a mi me encantó pero resultó que la goma no rodeaba la cabeza, sino que había una a cada lado para enganchar de las orejas (en plan orejas de soplillo).  Menudo chasco fue.  L.

6 comentarios:

  1. yo antes tambien era como tu, cualquier signo de luz y sin dormir, ahora me voy acostumbrando excepto cuando mi marido se va a la cama y se pone a jugar con el movil, como me molesta la luz!!!

    besos

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  2. Yo también soy bastante exquisita a la hora de dormir. Al primer rayo de luz o incluso el led verde del cargador, son síntomas de no poder seguir durmiendo. Eso sí, aunque alguna vez que otra he usado antifaz para dormir, reconozco que a las dos horas acaba en la otra punta de la habitación. ¿Cómo? ¡Pues ni idea!

    Genial la entrada, me apunto los sitios para mi próximo antifaz.

    Un besazo.

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  3. yo esque opto por antifaz siempre! porque duermo en una buhardilla, y si no , me muevo mas que otra cosa!
    muacks

    http://lejournaldeprada.blogspot.com

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  4. Antes de mudarme a Alemania era igual que tu: no podía dormir como hubiese el más mínimo de luz! Pero al final (y después de más de 4 años!!) no queda más remedio que acabar acostumbrándote a dormir sin persianas, eso sí, de vez en cuando aun echo mano del antifaz.
    Besos

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  5. He visto auténticas monerías de antifaces, pero es que me resulta muy incómodo! Además nunca me ha molestado la luz.. pero tengo uno con pestañitas siempre en la mesilla.. creo que como pieza de iconografía jajaja

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  6. Me fascina tu blog!
    Justo hace un tiempo estaba buscando algunos diseños de antifaces. El mejor sin duda es el de Moschino.
    Besos, segui asi!

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