Seguro que alguna vez habéis visto esas imágenes en las que una silueta es dibujada con trazos de luz. Siempre me han llamado poderosamente la atención.
En mi no es nada raro, adoro los fuegos artificiales, las bengalas y demás objetos incandescentes. En ese sentido soy muy impresionable. Sin embargo, creo que es generalizada la admiración por la técnica fotográfica del Ligh Painting, y una de las fundamentales causas es ese toque cuasi mágico de las instantáneas resultantes.
He estado investigando un poco, y la forma de poner en práctica este invento no es muy dificultosa, sólo hace falta una cámara en la que puede fijarse un tiempo largo de exposición y un objeto con un punto fuerte de luz. En la mayoría de las fotografías caseras se utilizan móviles, linternas o bengalas. ¿No os dan ganas de probar? A mi muchísimas voy a proponérselo a V y L y si sale algo decente prometemos compartirlo. B.