Hacía mucho que no dedicábamos un post a nuestro espíritu
más viajero, y es que, hay que dosificar, porque aunque nos gusta conocer
mundo, aquí nadie se puede permitir el ritmo de Willy Fog.
Hace unos meses tuve la oportunidad de conocer una de las
ciudades más bonitas en las que he estado, directamente en el corazón de la
República Checa, Praga. Como ya sabéis los que visitáis este blog, no nos
dedicamos a dar consejos tradicionales, sino pequeños truquillos de esos que
solo aprendes cuando visitas un lugar, así que allá vamos, espero que sean
útiles. B.
๑ Lo primero de todo es aconsejaros que cuando visitéis el
centro de la ciudad os apuntéis a algún free tour. Porque uno de los encantos
más maravillosos de Praga son las leyendas e historias que guarda, como por
ejemplo la del Reloj Astronómico o las relativas a Kafka o las
defenestraciones. Lo bueno del tour es que tú pagas lo que crees que merece, si
te ha gustado más, o si no menos. Muy justo.
๑ Probad el goulash. Uno de los platos típicos, es estofado
de carne y está muy bueno.
๑ El museo judío es muy curioso e interesante, pero a mi
particularmente me decepcionó. No el museo en sí, pero sí la relación calidad –
precio, no creo que para lo que cuesta, merezca tanto la pena.
๑ La cámara siempre a mano ¡! Y es que Praga esconde rincones preciosos en
cada parte de la ciudad. Normalmente para los post uso fotos que encuentro por
la red, pero en este son mias, asi que todos los derechos reservados ®