Serendipity

Serendipity es una de esas películas cuya existencia había olvidado. Había olvidado a John Cusack y Kate Beckinsale como enamorados, y había olvidado que sus respectivas parejas eran los futuros ex de Big (Natasha) y Carrie (Aidan) en Sexo en Nueva York.

El caso es que hace no mucho la pillé por la televisión ya acabando, y me entró una poderosa necesidad de verla entera. Os cuento esto porque tras esa película llegué a una conclusión: en el mundo existen dos tipos de personas, las que creen que las cosas pasan por algo y las que están convencidas de la existencia de las casualidades. Aquéllas que creen en el destino y otras que simplemente entienden las coincidencias como “accidentes afortunados” que es el significado de la palabra “Serendipity”.

En un principio no soy muy creyente del destino. No me gusta pensar que todo está ya prefijado por un orden mayor y que nuestras decisiones no cuentan en la vida. Sin embargo, creo que me encuentro en un término medio entre estas dos confesiones. Y es que hay veces en que te encuentras a una persona decenas de veces por la calle, hay días en que oyes un nombre en bocas distintas, y momentos en que la reminiscencia de un sitio o una canción tiene un significado especial. Reconozco pues que creo en las señales. Ahora bien, nunca dejaría mi suerte en manos de un libro de segunda mano o de un billete de cinco euros. ¿Qué opináis vosotros?¿Creéis en el destino?¿Al menos en las casualidades? B