Hace unos años rescaté la máquina de coser de mi madre
decidida a aprender a hacer mis propios trapitos, impulsada sobre todo por una
amiga muy mañosa que se hacía unos vestidos monísimos para las bodas. Sin
embargo enseguida me di cuenta de que eso del corte y confección no es tan sencillo como parecía de pequeña cuando
veías a tu madre hacerte un disfraz para
carnavales. Así que después de todo, la máquina de coser finalmente ha vuelto
al sitio de donde salió.
Pero mi infancia quedó marcada por el juego Diseña la moda que me regalaron unas navidades y a pesar de la frustración, me ha quedado la espinita: alucino viendo
los vestidos que se hacía mi madre de joven o los tutoriales que hay a lo largo
y ancho de Pinterest, y esa espinita se remueve ahora cuando veo la serie que ha
disparado las ventas de máquinas de coser en España, El tiempo entre costuras.
Me encanta, por otra parte, el vestuario de la protagonista.
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Y vosotras, ¿os hacéis ropita en casa? ¿o preferís dejar lo
de coser para Sira Quiroga? Yo por ahora lo voy a dejar para la ficción. Quizás algún día... L.
Por si no lo sabíais todavía, yo llevo casi 3 años aprendiendo corte y confección y te puedo asegurar que fácil no es. Hay patrones más sencillos, como el de falda, pero requiere una dedicación constante y, sobre todo, estar convencida de que realmente quieres aprender ese oficio. Te tiene que gustar de corazón porque se necesita muchísima paciencia y es muy sacrificado. Así que veremos cuántas de las que se han lanzado de cabeza a aprender a coser gracias a esa maldita serie (todo esto es cuestión de modas al fin y al cabo, lo cual es gracioso), terminan haciéndolo de verdad.
ResponderEliminar.Estelle.