Prepárate para cruzar el charco y hacer un viaje a un pasado salpicado con gotas de presente. Una de las primeras cosas que a uno se le vienen a la cabeza cuando piensa en La Habana son esos coches antiguos que tanto nos fascinan a los turistas, y que para ellos forman parte de su vida más cotidiana, al igual que esos edificios mal conservados y con remiendos; que a pesar de todo no dejan de tener su encanto (el centro histórico de la ciudad fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1982).
No pretendo haceros de guía, no sería capaz (aquí podeis encontrar toda la información para hacer vuestra ruta) pero a lo que si me atrevo es a haceros mi pequeña lista de recomendaciones, no dejes de visitar:
♪ La Bodeguita del Medio, para tomar allí un mojito, firmar en sus paredes y comer allí si puedes.
♪ El Floridita para tomar uno de sus famosos Daiquiris.
♪ La fábrica de Ron Legendario, y no solo de Ron vive el Cubano, encontrarás puros, licores...
♪ El barrio chino, está lleno de restaurantes en los que se mezcla la comida criolla con la china, hay tantos que no sabras dónde comer.
♪ Desde la terraza del Hotel Plaza de la Habana tendrás una vista privilegiada del edificio Bacardí, además de estar muy cerca del Capitolio, del Gran teatro y de la Floridita, es un buen lugar para alojarse.
♪ El callejón de Hamel, un estrecho callejón cuyas paredes están cubiertas de murales, puro arte.
♪ Da un largo paseo por el Malecón.
Aunque de vez en cuando no viene mal dejarse llevar al estilo Cubano y saltarse el planing… asi que déjate perder por sus calles para encontrar pequeñas tiendas con coloridos cuadros, collares de conchas y semillas y demás recuerdos made in Cuba, o sorpréndete dándote de bruces con una botica “museo”.
Asi que ya sabes ¡HABANATE!. V.
P.D. De la Habana me gustan hasta sus farolas.
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