Amor de Verano.

Es mundialmente conocido que “la primavera la sangre altera” y que “cuando llega el calor los chicos se enamoran”. Pero, realmente ¿qué ocurre para que el verano nos vuelva a todos más enamoradizos? . Pues creo fehacientemente que es una combinación de factores y no sólo “ la brisa y el mar”.

 En verano apetece estar en la calle, paseamos más, las noches son cálidas y, bronceados todos estamos más guapos. Dejando a un lado el profundo romanticismo del verano en un lugar costero: el sonido de las olas, las palmeras,  la fina arena de la playa, las puestas de sol y el cielo estrellado sobre nuestras cabezas. El verano en el interior también tiene su encanto. Las terrazas se llenan y no hay prisa para volver a casa porque “hace muy buena noche”. Conocemos a gente nueva ( gente que seguramente no volveremos a ver ), y nos reencontramos con esa persona con la que siempre coincidimos en la piscina, o de veraneo y con la que sólo hemos cruzado alguna mirada.

  Definitivamente en verano todo es más bonito, y cuando las cosas son bonitas, nos entran ganas de compartirlas con alguien. Y estamos más predispuestos a enamorarnos. Pero si  incluso las tormentas de verano tienen su encanto ¡! Refrescan y te dan un toque casual con el pelo empapado. Finalmente abordaré uno de los puntos clave de los enamoramientos de verano: El cine y las series. Películas como Grease o Mi Chica o series como The OC son factores que elevan potencialmente nuestras perspectivas de un amor de verano.

Pero cuidado ¡! Os invito a imitar argumentos cinematográficos como el de Vacaciones en Roma, pero mucha precaución con esos amores playeros despeinados y con barba de varios días que te utilizan para pasar cocaína desde Tailandia. Y si no, mirad cómo acabaron Claire Danes y Kate Beckinsale…  o, sin ir mas lejos, la mismísima Bridget Jones. B.