Coches de cine

 

Recién llegada de un viaje en descapotable, la experiencia me ha inspirado para hacer un post sobre ello. Y es que es cierto que (según mi experiencia) estos coches tienen sus inconvenientes: el maletero se queda minúsculo si pliegas el techo, las plazas traseras se reducen hasta el límite de la incomodidad, el ruido que produce el viento hace imposible una adecuada escucha de las conversaciones y salvo que subas las ventanillas delanteras el pelo no ondea suavemente al viento, sino que se despeina, se te mete en los ojos y te impide ver.

Sin embargo sus inconvenientes, se ven eclipsados por la esencia global del coche, perfecto para cuando llega el buen tiempo salir a conducir bajo el sol y es que si visualizas la típica imagen de una pareja conduciendo un descapotable por una carretera costera, un perfecto día primaveral, con la (necesariamente rubia) melena de la chica ondeando al viento, la sensación de libertad es instantánea y los niveles de sofisticación se disparan al momento.

Personalmente opino que el glamour de estos coches ha aumentado en gran parte debido a la influencia del cine, la publicidad y la televisión. Así, todo el mundo recuerda el Ford Thunderbird azul de Thelma y Louise, los flamantes Ferraris y BMW de James Bond, el Sunbeam-Talbot Alpine en el que Grace Kelly lleva a dar un paseo a Cary Grant en Atrapa a un ladrón o el Triumph que conduce una y otra vez Marcello Mastroiani en La Dolce Vita. Y el hecho de que muchas veces sean los predilectos de las celebrities no hace más que aumentar las expectativas.

 

Está claro que la clase que aporta este tipo de coches es indiscutible, pero el paseo me ha hecho plantearme ¿es realmente un coche cómodo y práctico? ¿qué opináis vosotros? L.